domingo, 30 de octubre de 2011

El Otoño




¿Qué viejo sopla el viento
que el corazón arrastra por las hojas caídas?
¿De qué lugar del mundo llega
a través de la oscuridad y de los bosques
hasta este pueblo
donde las casas gimen de soledad
en la noche y la lluvia?
A su paso se agitan
las moreras,
          los álamos,
   los chopos;
y convoca fantasmas y nostalgias
en las playas desiertas.
El poeta escribe desde su gabinete
con el alma mojada por el paisaje gris.
Los duendes de este tiempo vuelan entre los árboles
mientras que los amantes huyen bajo paraguas
a sitios escondidos que no existen y anhelan.
El viejo le levanta la falda a las muchachas
y esa imagen se inscribe en los sueños de niños
que, cuando duermen, respiran lejanías.
Al fin, como un tornado,
el anciano se va
corriendo por calles y marismas.
Aquí queda su espíritu acariciando aleros,
hojas dobladas de aspidistras
y ojos que miran
el paisaje que, triste, los dibuja.


Félix Morales Prado.
De la serie Ciclos

domingo, 23 de octubre de 2011

DOLOR

Enorme máquina que produce energía de excelente calidad. Su combustible es el dolor. El dolor animal sirve. Pero es mejor el dolor humano. Nos conduce a sospechar acerca de los objetivos reales de las guerras y de otros factores intencionados de sufrimiento.

miércoles, 19 de octubre de 2011

La ceremonia de la confusión

Tomad una hoja de papel y haced en ella un dibujo de línea. Con un bolígrafo, por ejemplo. No es necesario que sea una obra de arte. Algo sencillo: un perro, una casa, un rostro… Lo que queráis. Elijamos la casa, que puede ser lo más sencillo.  Enseñadlo luego a quien  sea y preguntadle qué representa aquello. Y os responderá con toda probabilidad que representa una casa.


Bien. Tomad ese mismo dibujo y con el mismo bolígrafo añadidle más líneas al azar partiendo de alguna de las ya existentes. Rodead con esa línea el dibujo original e invadidlo con ella complicándola en volutas, espirales, curvas , quebradas y onduladas, uniendo unos puntos con otros, unos vértices con otros, unas esquinas con otras.  Además, invertidlo. Preguntadle ahora a cualquier otra persona qué es lo que representa eso. Os dirá que no representa nada, una serie de líneas caóticas, una mezcolanza ininteligible y absurda. La casa sigue ahí. Pero se ve a duras penas.


Pues bien. Puesto este didáctico ejemplo, voy a mis preguntas que responderé yo mismo:
¿Quién gobierna hoy en el mundo? ¿Los representantes de los ciudadanos supuestamente elegidos en libres plebiscitos o, incluso, los dictadores en los casos de los totalitarismos? No. El mundo es dominado y gobernado hoy en día por el dinero. Es decir, por los banqueros, por los grandes financieros y los propietarios de las grandes empresas farmacéuticas, armamentísticas, etc.
¿Qué demuestra esto? Pues lo siguiente: Los supuestos gobernantes arbitran políticas que benefician a los dueños del mercado. En algunos casos, como en el de los países “socialistas” (tal España hasta ahora) eso es, siempre, una traición a su electorado y una demostración de que quienes realmente mandan no son los que el pueblo ha elegido sino los mercaderes.
Este fenómeno se da ya a nivel global casi. Las diferencias políticas entre países no son más que una cortina de humo. Se habla de un futuro gobierno mundial mientras que, de facto, ese gobierno mundial ya existe. Y va a hacer lo que le dé la gana con los ciudadanos del mundo.
Hasta aquí la casita dibujada, simple, clara y evidente.
Y ahora, por mano de los sicarios de los verdaderos mandamases, interviene el garabato confundidor: teorías de la conspiración, reptilianos, illuminatis, satanistas. También el Bohemian Club.  Y hasta las manitas cornudas sorprendidas en parlamentarios yankees, funerales illuminatis  e incluso en Benedicto XIII y Juan Pablo II, pueden formar parte del circo. En todo este gazpacho hay una mezcla de verdades y mentiras destinada a confundir y hacer pensar a la parte racional de la sociedad: todo esto del gobierno mundial es la invención de cuatro majaretas. Por si fuera poco, lo adoban con la historia apocalíptica del 2012. Y ya tenemos todo servido. Mientras, que asociaciones como el Club de Roma o el Bildeberg existen es tan público y notorio como que sus reuniones son ultrasecretas. Y las dudas sobre las intenciones que allí se persiguen han sido expresadas incluso en medios de comunicación oficiales y la ilegitimidad de ese secretismo es indudable en una sociedad que se dice democrática. ¿Cómo pueden un puñado de individuos e individuas decidir el destino del mundo a puerta cerrada?
Pues pueden. Sí, señor. Y sólo eso es tan terrorífico que no hacen falta lagartos mutantes, ni manos cornutas ni ídolos de búhos gigantes en el campo para alcanzar el techo del miedo y decidir que algo habrá que hacer aunque aún no sepamos qué.

sábado, 15 de octubre de 2011

Hoy, 15 de octubre de 2011. Revolución mundial.

Sigo con cierta emoción, con cierta esperanza, con cierto escepticismo que me espanto como a mosca molesta, el desarrollo de las protestas de este 15-O. No me han gustado los brotes de violencia en Roma. Y, por supuesto, tengo mis dudas acerca de su procedencia. O, mejor dicho, no las tengo. Pero, sean cuales sean mis impresiones, algo parece cierto. Un nuevo estado de conciencia social está despertando en el mundo. Lo que no sé es como va a torear la humanidad a su gran enemigo:  La Banca, los grandes financieros y sus criados, los políticos corruptos. Ellos tienen el poder. Es decir, el dinero. Tal vez la solución sería conseguir que dinero no equivalga a poder. ¿Cómo se consigue eso? Ahora es cuando habría que gritar o, más bien, exigir: “¡La imaginación al poder!”. Pero esa imaginación le toca ejercerla a los que no están tocados por la vieja época, por los viejos vicios. A los jóvenes. ¡Ánimo, caballerosidad, honradez, altruismo! Pero de verdad. O eso o nos vamos todos a freír espárragos.
En cuanto a los que defienden con la fuerza bruta (policías, ejércitos) los intereses de los que nos están destruyendo, tal vez habría que pedirles lo que al soldadito boliviano.
Aunque supongo que sólo estoy diciendo ingenuidades, espero un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. Y quiero creer que este movimiento recién nacido contribuirá a ello.

Comentario de texto para la entrada "POEMA PARA EL 15-O"

Me parece que mi post anterior “Poema para el 15-O” necesita un pequeño comentario de texto. El combatiente muerto es nuestra sociedad, nuestro mundo, nuestra tierra... nuestra conciencia. Tarea de todos es resucitarlo.

POEMA PARA EL 15-O


MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...


viernes, 14 de octubre de 2011

Qué bonito es un entierro

EL POETA

¿Pero qué se han creído los que leen a los llamados poetas?
¿Que son una gente especial?
Son exactamente igual que los otros,
Sólo que sufren una melancolía que, si dulce en la infancia
o en la adolescencia,
acaba por dolerles
más que una piedra en el riñón
o que un navajazo en la barriga.
El poeta tiene hambre.
Y sed de amor o sexo.
El poeta es corruptible mientras que sueña en la utopía.
El poeta es un hombre.
Se apasiona. Fracasa. Se entrega. Se cabrea.
Goza momentos álgidos de gloria, como todos.
Y como todos sufre el negror de la noche.
El poeta regresa fugazmente a la luz
igual que tú, que yo.
Luego llora su pérdida.
Y finalmente, muere.
Se pierde en el misterio,
la única poesía.

jueves, 6 de octubre de 2011

AULLIDO

¡Moloch, cuyos ojos son un millón de ventanas ciegas!
¡Moloch, cuyos rascacielos se encuentran en largas calles como interminables Jehovás!
¡Moloch, cuyas fábricas suenan y graznan en la niebla!
¡Moloch, cuyas cuyas chimeneas y antenas coronan las ciudades!
¡Moloch, cuyo amor es aceite y piedra sin fin!
¡Moloch, cuya alma es electricidad y bancos!
¡Moloch, cuya pobreza es el espectro del genio!
¡Moloch, cuyo destino es una nube de hidrógeno sin sexo!
¡Moloch, cuyo más conocido nombre es La Mente!

(De Howl, de Allen Ginsberg)

miércoles, 5 de octubre de 2011

EN EL PUNTO DE MIRA

Una vez más este gobierno toma decisiones trascendentales a espaldas de los ciudadanos y nos da una sorpresita. Para ello, además de ignorar olímpicamente a los votantes, como siempre,  vulnera los acuerdos del tratado de España con la Otan y los suscritos con EEUU, a favor de estos últimos, claro. Porque la misión real de este “escudo antimisiles” que coloca a España en el punto de mira de dichos proyectiles, no es otra que proteger los intereses económicos de los yanquis en Oriente Medio.
Esto, aparte del riesgo real que supone para nosotros, significará un gasto de miles de millones en infraestructura del que tendremos que asumir una parte sustanciosa. Y la promesa de los 1000 puestos de trabajo en la provincia de Cádiz, que Zapatero dice que esto traerá, sólo es un engañabobos. Si el dinero que se va a invertir en defender los intereses de los norteamericanos se gastara en generar empleo, surgirían muchísimos más puestos de trabajo.
Si alguien sigue dudando de que en España y en el resto del mundo occidental quienes realmente mandan son los Estados Unidos (es decir, el lobby económico de sus banqueros, su industria armamentística, etc.), aquí tiene otra prueba.
Pero de nada servirán las protestas que, sin duda, se producirán. A los ojos de los de siempre, serán sólo el pataleo de cuatro “perroflautas”, como los llaman los muy graciosillos, desocupados.
Cuando nos caiga un bombazo en la cocorota, a ver qué dicen esos gilipollas.

martes, 4 de octubre de 2011

El manto de la felicidad

Acabo de leer “El manto corto”, un relato incluido en el libro “Cuentos populares alemanes”, de Benedikte Naubert, escritora que cabalga entre los siglos XVIII y XIX, de gran éxito en su tiempo y que, a pesar de ser luego olvidada, influyó en escritores como, por ejemplo, Matthew Gregory Lewis. “El manto corto” narra una historia de carácter fantástico ambientada en la Edad Media y llena de apariciones, hadas, brujas, caballeros, damas… En fin, todos los perejiles. Demasiado larga como para insertarla aquí, me contento con dejar la que llamaré su “conclusión” (me gusta más que la palabra “moraleja”): El manto de la felicidad lo tejen nuestras propias manos en tiempos de desgracia. Si bien puede sonar cursi a los oídos de esta época cínica y descreída, no deja de resultar hermoso. Aunque, desgraciadamente, salvo que creamos en otra vida más allá de ésta o en la reencarnación y la ley kármica, basta echar una mirada alrededor para constatar que tiene todas las trazas de no ser sino una bellísima mentira.